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Los diarios publican lo que los funcionarios no ven

"Vecinos de Las Cañitas denuncian a los boliches encubiertos de la zona" tituló el diario Perfil el 10 de diciembre último un artículo sobre los problemas que continuamos padeciendo los vecinos del barrio ante la indiferencia oficial y la falta de control.
"La Asociación Cañitas Activa cuestiona los locales que, habilitados con otra función, pasan música hasta altas horas de la noche, algo prohibido en un barrio residencial", describe la nota firmada por Nadia Lazarowski.

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La Defensoría del Pueblo exigió controles en Las Cañitas


A raíz de denuncias realizadas por vecinos del barrio, la Defensoría del Pueblo instó al Director General de Fiscalización y Control, doctor Rafael Mario Roldán, a que se realicen inspecciones en los locales de Las Cañitas, "con el fin de verificar las condiciones de habilitación y funcionamiento de una serie de locales nocturnos sitos en el barrio de Palermo".
La Defensoría señala que "en todos los establecimientos denunciados (a excepción de uno) se verificaron diferencias en cuanto a la documentación existente en la Dirección General de Habilitaciones y Permisos y a la exhibida en ocasión de la inspección. Además, dos de los locales se encuentran funcionando con permiso como “club de cultura”, por lo que corresponde verificar si en efecto, se llevan a cabo las actividades indicadas por el Decreto nº 5959/44 o si la actividad se desvirtúa (por ejemplo, en el caso en que funcionaren como local bailable)".
Según el art. 36 de la Ley 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según informa la resolución de la Defensoría, el gobierno de la ciudad tiene un plazo de 30 días para dar cumplimiento a las inspecciones requeridas.
Leer Resolución Nº 2562/11
Ir al sitio de la Defensoría

NO AL BOLICHE EN ARCE 235


En nuestra condición de vecinos residenciales de Las Cañitas solicitamos a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se abstengan de otorgar la habilitación para uso gastronómico, local de actividades nocturnas, club de música en vivo, salón de fiestas privadas, o cualquier otra actividad que implique violar la prohibición de MÚSICA y/o CANTO y la de BAILE y agravar la situación de saturación de locales gastronómicos y nocturnos que vive nuestro barrio, en favor del local situado en Arce 235, con el fin de preservar la calidad de vida de quienes habitamos esta zona declarada por Ley como de carácter residencial (R2B1).

En el citado local funcionaron -desde 2000- restaurantes que sistemáticamente mutaron a boliches bailables, actividad no permitida en nuestro barrio según el Plan Urbano Ambiental.

La incompatibilidad entre la condición residencial del barrio y las actividades de diversión nocturna junto con la saturación del uso gastronómico no tiene discusión: estas últimas generan ruidos molestos, disturbios en la vía publica en horas de la madrugada, acumulación de basura y una gran cantidad de autos estacionados en doble fila y en veredas, que además de poner en evidencia el marco de ilegalidad en el cual se sostienen estas actividades, tornan absolutamente imposible la convivencia.

Es por todo esto que solicitamos se adopte una actitud restrictiva en función de preservar la calidad de vida de quienes habitamos esta zona de la ciudad, en particular los vecinos de la cuadra de Arce al 200, de manera de evitar
la instalación en el citado local de: comercio de uso gastronómico, boliche bailable, salón de fiestas privadas, club de música en vivo y club de cultura, como así también cualquier actividad que implique la existencia de música a
alto volumen y shows en vivo.

BASTA CON HACER CUMPLIR LA LEY CUANDO EXPRESA CLARAMENTE QUE EN ESTE DISTRITO, POR SER R2B1, ESTÁN ABSOLUTAMENTE PROHIBIDAS LA ACTIVIDAD DE MÚSICA Y/O CANTO Y LA ACTIVIDAD DE BAILE, Y CON PONER LÍMITE A LA SATURACIÓN DE UN POLO GASTRONÓMICO Y DE DIVERSIÓN NOCTURNA EN UN BARRIO RESIDENCIAL.

CAÑITAS ACTIVA POR LA CALIDAD DE VIDA
Asociación Civil de Vecinos de Las Cañitas
canitasactiva@gmail.com

Siguen las fiestas con disc jockey en el barrio


Como se puede ver en esta imagen captada de Twitter, continúan las fiestas con disc jockeys en Mute, a pesar de estar prohibida la actividad de música y/o canto en el distrito conocido como Las Cañitas, según el Plan Urbano Ambiental. Es una de las tantas irregularidades que se viven a diario en nuestro barrio, catalogado como "residencial" y de "baja densidad poblacional", no obstante lo cual cada noche funciona en la calle Báez al 200 y al 300 como un gran boliche a cielo abierto. Los invitamos a leer la carta abierta que oportunamente escribimos a los candidatos de las últimas elecciones porteñas, relatando nuestra realidad. Leer carta abierta

Los funcionarios, ¿leerán los diarios?


65''. Las Cañitas. Doble fila y sin choferes al volante, en Arce y Arévalo
Foto: LA NACION

La foto publicada por La Nación el 7 de septiembre último es más que elocuente y muestra lo que venimos denunciando los vecinos de Las Cañitas respecto al caos en el estacionamiento incontrolado en calles del barrio. La imagen ilustra el artículo
Conseguir estacionar, un desafío diario, del periodista Pablo Tomino Leer nota completa

Estacionar con "dueños de cuadra"

"En las zonas de Las Cañitas y Palermo Soho funciona una suerte de valet parking ilegal que nadie controla", continúa en otro título la nota de La Nación.

"El estacionamiento es un bien preciado en la ciudad de Buenos Aires. La búsqueda de un espacio para dejar el auto fuera de un garaje puede demandar más de media hora. Además, hay que estar dispuesto a pagar entre 15 y 19 pesos la hora. Ante esta coyuntura, comenzó a funcionar en numerosos barrios un irregular y descontrolado sistema de ocupación del espacio público: se trata de los estacionamientos que, en plena calle, regentean los autodenominados "responsables de la cuadra".

Las zonas donde el sistema ya está instalado son Las Cañitas, varias cuadras de Palermo Soho y los alrededores del Palacio de Tribunales. En los primeros dos casos funcionan de lunes a lunes; mientras que en el tercero sólo lo hacen de lunes a viernes.

Esta modalidad difiere en algo de la de los ya tradicionales "trapitos". En estos lugares, los automovilistas son guiados por una persona hasta el sitio donde estacionar; bajan de su automóvil sin freno y dejan las llaves a los "encargados de la cuadra". A cambio, de regreso de su salida, debe abonar entre 20 y 30 pesos.

Los automóviles, sin conductores, quedan estacionados en las calzadas, y en varias calles hasta se utiliza la doble y la triple fila. Cuando ya no hay más espacio, empiezan a ocupar las veredas.

"Esta situación se repite desde hace tres o cuatro años en la calle Clay, y en Arguibel desde que ensancharon las veredas en Báez. La semana pasada había autos estacionados hasta en las veredas. Lo curioso es que hay presencia policial constante", denunció Alejandra Rodríguez, secretaria de la ONG Cañitas Activa.

LA NACION dialogó con uno de los cuatro hombres que manejan la playa de estacionamiento que montaron sobre un tramo sin salida de la calle Arévalo, cuando se corta con el Campo Argentino de Polo. "Nadie nos molesta porque somos nosotros los responsables de esta zona. Así que mientras no haya lío ni rayones ni robos, no pasa nada", dijo.

"Los conductores dejan las llaves porque nos tienen confianza, y pagan lo que a ellos les parece, que suele ser entre 15 y 20 pesos", agregó el líder del improvisado valet parking .

Pero Alejandro -quien no quiso dar su apellido-, encargado del restaurante Las Cholas, en Arévalo y Arce, frente a ese estacionamiento, contó otra versión: "Algunos clientes se quejan porque les piden 30 pesos de mala manera. Otros nos suelen preguntar si son confiables. Lo que nosotros les aclaramos es que no tenemos nada que ver con ellos, que no es un servicio relacionado con el restaurante. El tema es que la policía lo sabe; todos lo saben. Funciona así".

Luis Cevasco, fiscal general adjunto de la ciudad de Buenos Aires, explicó que este tipo de casos no pueden tomarse como una contravención: "Para que se trate de una contravención, debe existir una exigencia [de dinero]. Además, para que actúe la Justicia debe haber una denuncia ante la policía. Sin estos elementos, no se puede decir que se está violando el Código Contravencional. Sí es una falta de tránsito porque no se puede ocupar la calle de ese modo", indicó el funcionario judicial.

El artículo 79 del Código Contravencional pena a quien exija retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública sin autorización legal, con uno o dos días de trabajo de utilidad pública o multa de $ 200 a $ 400. La pena se eleva al doble para el organizador, cuando se detecta que existe tal organización. Pero la exigencia es díficil de probar. En tanto, la multa por mal estacionamiento cuesta 75 pesos. Deberían labrarla los agentes de tránsito. Sin embargo, esto no ocurre. En la Subsecretaría de Tránsito señalaron que el sistema de grúas no llega hasta esa zona de Palermo, pero multas tampoco se labran.

Pese a las consultas de LA NACION en el Ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad sobre estas irregularidades, ningún funcionario quiso responder. Por intermedio de un vocero, se afirmó que se trata una responsabilidad policial y no de la Policía Metropolitana, pues aún no está desplegada en Palermo.

El año pasado, el gobierno porteño "liberó" numerosas cuadras en las que ahora se permite estacionar sobre la mano izquierda. Sólo el año pasado fueron 110 cuadras las que se habilitaron para estacionar y, en lo que va de este año, son 300. Sin embargo, la solución del problema de la falta de lugar donde estacionar, al parecer, está lejos."

LOS NÚMEROS DE LA ILEGALIDAD

25 autos por "dueño de cuadra" Esa es la capacidad de vehículos que maneja cada "responsable de cuadra" donde funciona este sistema de estacionamiento ilegal en varias zonas de la Capital.

30 pesos Es lo que cobran en estos sitios para dejar el auto todo el día, sin límite de horario. En cambio, una hora cuesta entre 15 y 19 pesos.

410 cuadras más para estacionar Desde 2010 hasta lo que va del año el gobierno porteño "liberó" 410 cuadras para el estacionamiento sobre la mano izquierda, debido a la carencia de sitios donde dejar los vehículos.

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"Trapitos" ya usan la calle como garaje privado


El lunes 8 de agosto, el diario La Nación titula así y completa:
Automovilistas invaden veredas impunemente, para referirse al grave problema del mal estacionamiento de los autos en nuestro barrio, que desde Cañitas Activa venimos denunciando sin ser escuchados por las autoridades que deberían hacer cumplir las normas. El artículo continúa así:

Son cuatro, cinco, seis autos estacionados uno detrás del otro en segunda fila. No tienen las balizas puestas, ni siquiera hay alguien adentro. Después de las 21, pueden verse cualquier día en la zona de restaurantes de Las Cañitas, o frente a los bares de Palermo.

Los dueños de esos autos se cansaron de dar vueltas en busca de un lugar para estacionar y la hicieron fácil: lo dejaron sin freno de mano y le entregaron la llave al muchacho que maneja la cuadra. Así funciona cualquier valet parking, y ésta vendría a ser su versión más irregular.

En una recorrida que hizo LA NACION el viernes por la noche, pudo advertirse esta situación en Palermo, sobre la calle Fitz Roy, entre Honduras y Gorriti, y también en Arévalo, entre Huergo y Báez, en Las Cañitas, un polo gastronómico donde todos los días de la semana hay decenas de personas esperando mesa fuera de los restaurantes.

Un muchacho que se ocupa de mover los autos en segunda fila se acerca a uno que está parado cerca de la esquina y le pide al conductor que lo adelante un poco para poder meter en un hueco paralelo al cordón otro auto que espera más atrás.

-¿Pero no es un garaje? -le consulta el conductor.

-Sí, pero no hay problema porque a nosotros nos dan permiso.

Esa misma respuesta da a LA NACION el hombre que maneja un estacionamiento montado sobre el tramo final de Arévalo que da contra el Campo Argentino de Polo. "La calle no tiene salida, entonces se puede. De un lado, hay una obra y del otro estacionan en doble fila, pero se respetan los garajes", dice.

La logística les demanda diferentes roles. Están los dos que organizan los autos en el callejón, el que mueve los autos y, una cuadra más allá, sobre el boulevard Chenaut, el que se encarga de atraer clientes, hartos de dar vueltas en busca de un lugar.

Alejandro, encargado desde hace dos años del restaurante Las Cholas, en la esquina de Arce y Arévalo, cuenta que, si bien algunos clientes se quejan porque les piden 30 pesos, otros los pagan sin problema con tal de tener el auto a la vista mientras comen. "Esto funciona por todos lados, son grupos de tres o cuatro, pero se respetan territorialmente", explica.

Además de estas modalidades, pueden verse en la zona autos estacionados sobre la vereda. Como sobre la esquina de Báez y Clay, donde, prolijamente estacionados, hay tres autos arriba de la vereda y cuatro más detrás, sobre la calle. Sobre Avenida del Libertador, frente al Hipódromo también es habitual ver gran cantidad de autos mal estacionados.
Ver más sobre el tema estacionamiento

CARTA ABIERTA A LOS CANDIDATOS POR LA CIUDAD

A los señores candidatos:
En estos días, los ciudadanos nos encontramos en los últimos momentos de reflexión antes de decidir o de reafirmar la decisión acerca de quiénes serán nuestros elegidos para jefe de gobierno, legisladores y representantes en las comunas porteñas. Imaginamos que también será un momento de reflexión para los candidatos. O al menos, así lo deseamos.
Como vecinos de una pequeña zona del barrio de Palermo, conocida como Las Cañitas, nos dirigimos a los candidatos a jefe de gobierno, a legisladores y a representantes de la Comuna nº 14, que nos incluye, para aportar a esta reflexión pre-elección. La nuestra es una zona sensible por el fuerte impacto que la actividad comercial, particularmente gastronomía y lugares de diversión nocturna, ha ejercido en nuestras calles. Es de público conocimiento el malestar que los ruidos, la contaminación ambiental, el caos del tránsito, la absoluta anarquía que rige en materia de estacionamiento, ya no en horario nocturno, sino a toda hora del día; ya no durante los fines de semana, sino de lunes a domingos, causa a los vecinos residenciales de esta zona, catalogada por el Plan Urbano Ambiental como R2B1, es decir, de carácter residencial y baja densidad poblacional.


Los convocamos a ustedes, candidatos a puestos electivos para conducir y/o legislar la ciudad de Buenos Aires, a que reflexionen acerca de este pequeño problema en la macro realidad de la ciudad, que es un gran tema para la vida cotidiana de miles de vecinos que no logramos descansar correctamente durante las noches, ni vivir tranquilamente durante el día, porque a pesar de haber leyes éstas no se cumplen, a pesar de que nos hemos cansado de visitar a los funcionarios de turno, desde la AGC, el COPUA, los ministerios de Desarrollo Urbano y de Espacio Público, y el CGP 14, sin obtener solución a la falta de fiscalización y el descontrol que nos “des-gobiernan”.
También recurrimos al ámbito legislativo, porque nos cansamos de escuchar en los despachos oficiales que el problema se originaba en los “grises” de la ley. Todavía esperamos la aprobación de una ley que detenga la proliferación de locales gastronómicos y de diversión nocturna en nuestro barrio, que sigue siendo un barrio residencial.
Los invitamos a la reflexión porque cualquiera sea el resultado de las elecciones del próximo domingo, esperamos que no pierdan de vista que esta ciudad, grande, caótica y con tantas caras, no es tan difícil de administrar si se tiene la grandeza de hacerlo sin concesiones ni favoritismos. Basta con hacer cumplir la ley.

Un saludo cordial,
Cañitas Activa por la Calidad de Vida
Asociación de vecinos residenciales de Las Cañitas

Sigue el estacionamiento liberado en el barrio

A pesar de las denuncias realizadas y las publicaciones de los diarios, las calles Arévalo, Arguibel y Clay continúan siendo playas de estacionamiento donde todo vale: doble fila, ochavas, veredas. Los vecinos continuamos tomando fotografías, quizás aparezca un funcionario capaz de poner fin a este descontrol.






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Un periodista vio los autos en infracción que no ven las autoridades


En su columna de La Nación, publicada el lunes 21 de febrero, Pablo Tomino advertía que "el sistema de acarreo de vehículos mal estacionados en la Capital es, al menos, confuso y controvertido". En su artículo, el periodista utilizó como ejemplo nuestro barrio, a raíz de una situación que los vecinos venimos denunciando desde hace meses. Tomino señaló: "La contracara está los barrios más alejados del centro: hay vehículos que obstruyen las rampas de discapacitados, como en Las Cañitas, pero de la grúa, ni noticias".



La mención periodística no hace más que confirmar lo que los vecinos de Las Cañitas estamos denunciando ante las autoridades sin ser escuchados. A los ruidos y al uso abusivo de espacio público que hacen imposible el descanso y entorpecen la convivencia, se suma el estacionamiento en doble fila,cotidiano, día y noche, especialmente en Clay, Arguibel y Arévalo, mientras que sobre Báez, se estaciona en ambas manos, en ochavas, sobre senda peatonal y aún obstaculizando entradas de garajes privados.




Todo esto ocurre ante la mirada indiferente de los agentes de la Policía Federal que trabajan en la zona en cumplimiento de “adicionales", y ante los sordos oídos de los funcionarios de la Dirección de Tránsito del gobierno de la Ciudad a quienes los vecinos se han cansado de llamar para denunciar las infracciones. Hasta se ha dado intervención al Ministerio Público Fiscal sin lograr absolutamente nada.




No estaría nada mal que al señor Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte de la ciudad, se le ocurriera -además de mejorar el sistema de acarreo de vehículos en el centro, como refiere el artículo citado- ocuparse de ordenar el tránsito y el estacionamiento en los barrios, más aún en zonas como Las Cañitas en las que circula mucha más cantidad de autos de la que puede soportar un perímetro de escasas manzanas y de carácter residencial.



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