La justicia porteña ya clausuró el local Mute por la misma causa el mes pasado.
Mientras tanto, el gobierno de la ciudad sigue mirando para otro lado. A menos que la justicia lo obligue a realizar los controles.
Los autos estacionados en doble fila y sobre las veredas son moneda corriente en Clay, Arguibel, Arévalo y Dorrego.
Y esto sucede día y noche:
¿Hasta cuándo los vecinos tenemos que seguir soportando el caos en Las Cañitas?
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