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La Defensoría del Pueblo exigió controles en Las Cañitas


A raíz de denuncias realizadas por vecinos del barrio, la Defensoría del Pueblo instó al Director General de Fiscalización y Control, doctor Rafael Mario Roldán, a que se realicen inspecciones en los locales de Las Cañitas, "con el fin de verificar las condiciones de habilitación y funcionamiento de una serie de locales nocturnos sitos en el barrio de Palermo".
La Defensoría señala que "en todos los establecimientos denunciados (a excepción de uno) se verificaron diferencias en cuanto a la documentación existente en la Dirección General de Habilitaciones y Permisos y a la exhibida en ocasión de la inspección. Además, dos de los locales se encuentran funcionando con permiso como “club de cultura”, por lo que corresponde verificar si en efecto, se llevan a cabo las actividades indicadas por el Decreto nº 5959/44 o si la actividad se desvirtúa (por ejemplo, en el caso en que funcionaren como local bailable)".
Según el art. 36 de la Ley 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según informa la resolución de la Defensoría, el gobierno de la ciudad tiene un plazo de 30 días para dar cumplimiento a las inspecciones requeridas.
Leer Resolución Nº 2562/11
Ir al sitio de la Defensoría

NO AL BOLICHE EN ARCE 235


En nuestra condición de vecinos residenciales de Las Cañitas solicitamos a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se abstengan de otorgar la habilitación para uso gastronómico, local de actividades nocturnas, club de música en vivo, salón de fiestas privadas, o cualquier otra actividad que implique violar la prohibición de MÚSICA y/o CANTO y la de BAILE y agravar la situación de saturación de locales gastronómicos y nocturnos que vive nuestro barrio, en favor del local situado en Arce 235, con el fin de preservar la calidad de vida de quienes habitamos esta zona declarada por Ley como de carácter residencial (R2B1).

En el citado local funcionaron -desde 2000- restaurantes que sistemáticamente mutaron a boliches bailables, actividad no permitida en nuestro barrio según el Plan Urbano Ambiental.

La incompatibilidad entre la condición residencial del barrio y las actividades de diversión nocturna junto con la saturación del uso gastronómico no tiene discusión: estas últimas generan ruidos molestos, disturbios en la vía publica en horas de la madrugada, acumulación de basura y una gran cantidad de autos estacionados en doble fila y en veredas, que además de poner en evidencia el marco de ilegalidad en el cual se sostienen estas actividades, tornan absolutamente imposible la convivencia.

Es por todo esto que solicitamos se adopte una actitud restrictiva en función de preservar la calidad de vida de quienes habitamos esta zona de la ciudad, en particular los vecinos de la cuadra de Arce al 200, de manera de evitar
la instalación en el citado local de: comercio de uso gastronómico, boliche bailable, salón de fiestas privadas, club de música en vivo y club de cultura, como así también cualquier actividad que implique la existencia de música a
alto volumen y shows en vivo.

BASTA CON HACER CUMPLIR LA LEY CUANDO EXPRESA CLARAMENTE QUE EN ESTE DISTRITO, POR SER R2B1, ESTÁN ABSOLUTAMENTE PROHIBIDAS LA ACTIVIDAD DE MÚSICA Y/O CANTO Y LA ACTIVIDAD DE BAILE, Y CON PONER LÍMITE A LA SATURACIÓN DE UN POLO GASTRONÓMICO Y DE DIVERSIÓN NOCTURNA EN UN BARRIO RESIDENCIAL.

CAÑITAS ACTIVA POR LA CALIDAD DE VIDA
Asociación Civil de Vecinos de Las Cañitas
canitasactiva@gmail.com

Siguen las fiestas con disc jockey en el barrio


Como se puede ver en esta imagen captada de Twitter, continúan las fiestas con disc jockeys en Mute, a pesar de estar prohibida la actividad de música y/o canto en el distrito conocido como Las Cañitas, según el Plan Urbano Ambiental. Es una de las tantas irregularidades que se viven a diario en nuestro barrio, catalogado como "residencial" y de "baja densidad poblacional", no obstante lo cual cada noche funciona en la calle Báez al 200 y al 300 como un gran boliche a cielo abierto. Los invitamos a leer la carta abierta que oportunamente escribimos a los candidatos de las últimas elecciones porteñas, relatando nuestra realidad. Leer carta abierta

Los funcionarios, ¿leerán los diarios?


65''. Las Cañitas. Doble fila y sin choferes al volante, en Arce y Arévalo
Foto: LA NACION

La foto publicada por La Nación el 7 de septiembre último es más que elocuente y muestra lo que venimos denunciando los vecinos de Las Cañitas respecto al caos en el estacionamiento incontrolado en calles del barrio. La imagen ilustra el artículo
Conseguir estacionar, un desafío diario, del periodista Pablo Tomino Leer nota completa

Estacionar con "dueños de cuadra"

"En las zonas de Las Cañitas y Palermo Soho funciona una suerte de valet parking ilegal que nadie controla", continúa en otro título la nota de La Nación.

"El estacionamiento es un bien preciado en la ciudad de Buenos Aires. La búsqueda de un espacio para dejar el auto fuera de un garaje puede demandar más de media hora. Además, hay que estar dispuesto a pagar entre 15 y 19 pesos la hora. Ante esta coyuntura, comenzó a funcionar en numerosos barrios un irregular y descontrolado sistema de ocupación del espacio público: se trata de los estacionamientos que, en plena calle, regentean los autodenominados "responsables de la cuadra".

Las zonas donde el sistema ya está instalado son Las Cañitas, varias cuadras de Palermo Soho y los alrededores del Palacio de Tribunales. En los primeros dos casos funcionan de lunes a lunes; mientras que en el tercero sólo lo hacen de lunes a viernes.

Esta modalidad difiere en algo de la de los ya tradicionales "trapitos". En estos lugares, los automovilistas son guiados por una persona hasta el sitio donde estacionar; bajan de su automóvil sin freno y dejan las llaves a los "encargados de la cuadra". A cambio, de regreso de su salida, debe abonar entre 20 y 30 pesos.

Los automóviles, sin conductores, quedan estacionados en las calzadas, y en varias calles hasta se utiliza la doble y la triple fila. Cuando ya no hay más espacio, empiezan a ocupar las veredas.

"Esta situación se repite desde hace tres o cuatro años en la calle Clay, y en Arguibel desde que ensancharon las veredas en Báez. La semana pasada había autos estacionados hasta en las veredas. Lo curioso es que hay presencia policial constante", denunció Alejandra Rodríguez, secretaria de la ONG Cañitas Activa.

LA NACION dialogó con uno de los cuatro hombres que manejan la playa de estacionamiento que montaron sobre un tramo sin salida de la calle Arévalo, cuando se corta con el Campo Argentino de Polo. "Nadie nos molesta porque somos nosotros los responsables de esta zona. Así que mientras no haya lío ni rayones ni robos, no pasa nada", dijo.

"Los conductores dejan las llaves porque nos tienen confianza, y pagan lo que a ellos les parece, que suele ser entre 15 y 20 pesos", agregó el líder del improvisado valet parking .

Pero Alejandro -quien no quiso dar su apellido-, encargado del restaurante Las Cholas, en Arévalo y Arce, frente a ese estacionamiento, contó otra versión: "Algunos clientes se quejan porque les piden 30 pesos de mala manera. Otros nos suelen preguntar si son confiables. Lo que nosotros les aclaramos es que no tenemos nada que ver con ellos, que no es un servicio relacionado con el restaurante. El tema es que la policía lo sabe; todos lo saben. Funciona así".

Luis Cevasco, fiscal general adjunto de la ciudad de Buenos Aires, explicó que este tipo de casos no pueden tomarse como una contravención: "Para que se trate de una contravención, debe existir una exigencia [de dinero]. Además, para que actúe la Justicia debe haber una denuncia ante la policía. Sin estos elementos, no se puede decir que se está violando el Código Contravencional. Sí es una falta de tránsito porque no se puede ocupar la calle de ese modo", indicó el funcionario judicial.

El artículo 79 del Código Contravencional pena a quien exija retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública sin autorización legal, con uno o dos días de trabajo de utilidad pública o multa de $ 200 a $ 400. La pena se eleva al doble para el organizador, cuando se detecta que existe tal organización. Pero la exigencia es díficil de probar. En tanto, la multa por mal estacionamiento cuesta 75 pesos. Deberían labrarla los agentes de tránsito. Sin embargo, esto no ocurre. En la Subsecretaría de Tránsito señalaron que el sistema de grúas no llega hasta esa zona de Palermo, pero multas tampoco se labran.

Pese a las consultas de LA NACION en el Ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad sobre estas irregularidades, ningún funcionario quiso responder. Por intermedio de un vocero, se afirmó que se trata una responsabilidad policial y no de la Policía Metropolitana, pues aún no está desplegada en Palermo.

El año pasado, el gobierno porteño "liberó" numerosas cuadras en las que ahora se permite estacionar sobre la mano izquierda. Sólo el año pasado fueron 110 cuadras las que se habilitaron para estacionar y, en lo que va de este año, son 300. Sin embargo, la solución del problema de la falta de lugar donde estacionar, al parecer, está lejos."

LOS NÚMEROS DE LA ILEGALIDAD

25 autos por "dueño de cuadra" Esa es la capacidad de vehículos que maneja cada "responsable de cuadra" donde funciona este sistema de estacionamiento ilegal en varias zonas de la Capital.

30 pesos Es lo que cobran en estos sitios para dejar el auto todo el día, sin límite de horario. En cambio, una hora cuesta entre 15 y 19 pesos.

410 cuadras más para estacionar Desde 2010 hasta lo que va del año el gobierno porteño "liberó" 410 cuadras para el estacionamiento sobre la mano izquierda, debido a la carencia de sitios donde dejar los vehículos.

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"Trapitos" ya usan la calle como garaje privado


El lunes 8 de agosto, el diario La Nación titula así y completa:
Automovilistas invaden veredas impunemente, para referirse al grave problema del mal estacionamiento de los autos en nuestro barrio, que desde Cañitas Activa venimos denunciando sin ser escuchados por las autoridades que deberían hacer cumplir las normas. El artículo continúa así:

Son cuatro, cinco, seis autos estacionados uno detrás del otro en segunda fila. No tienen las balizas puestas, ni siquiera hay alguien adentro. Después de las 21, pueden verse cualquier día en la zona de restaurantes de Las Cañitas, o frente a los bares de Palermo.

Los dueños de esos autos se cansaron de dar vueltas en busca de un lugar para estacionar y la hicieron fácil: lo dejaron sin freno de mano y le entregaron la llave al muchacho que maneja la cuadra. Así funciona cualquier valet parking, y ésta vendría a ser su versión más irregular.

En una recorrida que hizo LA NACION el viernes por la noche, pudo advertirse esta situación en Palermo, sobre la calle Fitz Roy, entre Honduras y Gorriti, y también en Arévalo, entre Huergo y Báez, en Las Cañitas, un polo gastronómico donde todos los días de la semana hay decenas de personas esperando mesa fuera de los restaurantes.

Un muchacho que se ocupa de mover los autos en segunda fila se acerca a uno que está parado cerca de la esquina y le pide al conductor que lo adelante un poco para poder meter en un hueco paralelo al cordón otro auto que espera más atrás.

-¿Pero no es un garaje? -le consulta el conductor.

-Sí, pero no hay problema porque a nosotros nos dan permiso.

Esa misma respuesta da a LA NACION el hombre que maneja un estacionamiento montado sobre el tramo final de Arévalo que da contra el Campo Argentino de Polo. "La calle no tiene salida, entonces se puede. De un lado, hay una obra y del otro estacionan en doble fila, pero se respetan los garajes", dice.

La logística les demanda diferentes roles. Están los dos que organizan los autos en el callejón, el que mueve los autos y, una cuadra más allá, sobre el boulevard Chenaut, el que se encarga de atraer clientes, hartos de dar vueltas en busca de un lugar.

Alejandro, encargado desde hace dos años del restaurante Las Cholas, en la esquina de Arce y Arévalo, cuenta que, si bien algunos clientes se quejan porque les piden 30 pesos, otros los pagan sin problema con tal de tener el auto a la vista mientras comen. "Esto funciona por todos lados, son grupos de tres o cuatro, pero se respetan territorialmente", explica.

Además de estas modalidades, pueden verse en la zona autos estacionados sobre la vereda. Como sobre la esquina de Báez y Clay, donde, prolijamente estacionados, hay tres autos arriba de la vereda y cuatro más detrás, sobre la calle. Sobre Avenida del Libertador, frente al Hipódromo también es habitual ver gran cantidad de autos mal estacionados.
Ver más sobre el tema estacionamiento

CARTA ABIERTA A LOS CANDIDATOS POR LA CIUDAD

A los señores candidatos:
En estos días, los ciudadanos nos encontramos en los últimos momentos de reflexión antes de decidir o de reafirmar la decisión acerca de quiénes serán nuestros elegidos para jefe de gobierno, legisladores y representantes en las comunas porteñas. Imaginamos que también será un momento de reflexión para los candidatos. O al menos, así lo deseamos.
Como vecinos de una pequeña zona del barrio de Palermo, conocida como Las Cañitas, nos dirigimos a los candidatos a jefe de gobierno, a legisladores y a representantes de la Comuna nº 14, que nos incluye, para aportar a esta reflexión pre-elección. La nuestra es una zona sensible por el fuerte impacto que la actividad comercial, particularmente gastronomía y lugares de diversión nocturna, ha ejercido en nuestras calles. Es de público conocimiento el malestar que los ruidos, la contaminación ambiental, el caos del tránsito, la absoluta anarquía que rige en materia de estacionamiento, ya no en horario nocturno, sino a toda hora del día; ya no durante los fines de semana, sino de lunes a domingos, causa a los vecinos residenciales de esta zona, catalogada por el Plan Urbano Ambiental como R2B1, es decir, de carácter residencial y baja densidad poblacional.


Los convocamos a ustedes, candidatos a puestos electivos para conducir y/o legislar la ciudad de Buenos Aires, a que reflexionen acerca de este pequeño problema en la macro realidad de la ciudad, que es un gran tema para la vida cotidiana de miles de vecinos que no logramos descansar correctamente durante las noches, ni vivir tranquilamente durante el día, porque a pesar de haber leyes éstas no se cumplen, a pesar de que nos hemos cansado de visitar a los funcionarios de turno, desde la AGC, el COPUA, los ministerios de Desarrollo Urbano y de Espacio Público, y el CGP 14, sin obtener solución a la falta de fiscalización y el descontrol que nos “des-gobiernan”.
También recurrimos al ámbito legislativo, porque nos cansamos de escuchar en los despachos oficiales que el problema se originaba en los “grises” de la ley. Todavía esperamos la aprobación de una ley que detenga la proliferación de locales gastronómicos y de diversión nocturna en nuestro barrio, que sigue siendo un barrio residencial.
Los invitamos a la reflexión porque cualquiera sea el resultado de las elecciones del próximo domingo, esperamos que no pierdan de vista que esta ciudad, grande, caótica y con tantas caras, no es tan difícil de administrar si se tiene la grandeza de hacerlo sin concesiones ni favoritismos. Basta con hacer cumplir la ley.

Un saludo cordial,
Cañitas Activa por la Calidad de Vida
Asociación de vecinos residenciales de Las Cañitas

Sigue el estacionamiento liberado en el barrio

A pesar de las denuncias realizadas y las publicaciones de los diarios, las calles Arévalo, Arguibel y Clay continúan siendo playas de estacionamiento donde todo vale: doble fila, ochavas, veredas. Los vecinos continuamos tomando fotografías, quizás aparezca un funcionario capaz de poner fin a este descontrol.






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Un periodista vio los autos en infracción que no ven las autoridades


En su columna de La Nación, publicada el lunes 21 de febrero, Pablo Tomino advertía que "el sistema de acarreo de vehículos mal estacionados en la Capital es, al menos, confuso y controvertido". En su artículo, el periodista utilizó como ejemplo nuestro barrio, a raíz de una situación que los vecinos venimos denunciando desde hace meses. Tomino señaló: "La contracara está los barrios más alejados del centro: hay vehículos que obstruyen las rampas de discapacitados, como en Las Cañitas, pero de la grúa, ni noticias".



La mención periodística no hace más que confirmar lo que los vecinos de Las Cañitas estamos denunciando ante las autoridades sin ser escuchados. A los ruidos y al uso abusivo de espacio público que hacen imposible el descanso y entorpecen la convivencia, se suma el estacionamiento en doble fila,cotidiano, día y noche, especialmente en Clay, Arguibel y Arévalo, mientras que sobre Báez, se estaciona en ambas manos, en ochavas, sobre senda peatonal y aún obstaculizando entradas de garajes privados.




Todo esto ocurre ante la mirada indiferente de los agentes de la Policía Federal que trabajan en la zona en cumplimiento de “adicionales", y ante los sordos oídos de los funcionarios de la Dirección de Tránsito del gobierno de la Ciudad a quienes los vecinos se han cansado de llamar para denunciar las infracciones. Hasta se ha dado intervención al Ministerio Público Fiscal sin lograr absolutamente nada.




No estaría nada mal que al señor Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte de la ciudad, se le ocurriera -además de mejorar el sistema de acarreo de vehículos en el centro, como refiere el artículo citado- ocuparse de ordenar el tránsito y el estacionamiento en los barrios, más aún en zonas como Las Cañitas en las que circula mucha más cantidad de autos de la que puede soportar un perímetro de escasas manzanas y de carácter residencial.



Leer artículo completo en La Nación

Sigue el baile encubierto en Las Cañitas

El boliche encubierto Barrister (ex John John), que con el antiguo nombre fuera clausurado en julio último por actividad de baile no permitida, volvió a abrir su pista en la noche del miércoles 15 de diciembre. Como si nada ocurriera, siguen los boliches truchos en el barrio.



La justicia porteña ya clausuró el local Mute por la misma causa el mes pasado.
Mientras tanto, el gobierno de la ciudad sigue mirando para otro lado. A menos que la justicia lo obligue a realizar los controles.

Los autos estacionados en doble fila y sobre las veredas son moneda corriente en Clay, Arguibel, Arévalo y Dorrego.



Y esto sucede día y noche:



¿Hasta cuándo los vecinos tenemos que seguir soportando el caos en Las Cañitas?
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Las Cañitas: Problemas con los controles

Una vecina relató a LA NACION que, en más de una ocasión, llamó por teléfono a los fiscales contravencionales para exigir su presencia para constatar que pubs de la zona emiten ruidos molestos y organizan bailes ilegales. "El operador prácticamente nos desahució. Dijo que si venía el fiscal debíamos estar presentes y aceptar firmar el acta. Aceptamos, e igual no vinieron", dijo.



El párrafo fue publicado en la edición del jueves 23 de septiembre del matutino, en un artículo titulado "Puntos oscuros del sistema por los que se filtra la corrupción
Hay inspecciones no contempladas, atraso en el padrón de habilitaciones y categorías dudosas". Recomendamos su lectura

La Nación también menciona en otro artículo del mismo diario la existencia de "Preavisos y coimas en controles a los boliches", algo que los vecinos de Las Cañitas venimos sospechando ante la ineficiencia de los controles por parte del gobireno como contracara de las denuncias de los residenctes del barrio. Recomendamos leer el artículo completo


Por otro lado, nos llega un e-mail con la foto de los afiches que aparecieron en calles de Palermo y la siguiente información: "El Dr Martín FARREL es el Director Gral de Habilitaciones y Permisos de la (AGC) Agencia Gubernamental de Control (2500 empleados), y a través de la Resolución 1010 habilitó todos los recitales en los clubes de las Avdas del Libertador y F. Alcorta, dejando de cumplir nada menos que el art 30 de la Constitucion de la CABA y la ley 123, por lo que en 2009 fue declarado "persona no grata" en nuestro barrio Gral Belgrano, al que le pidio "resignación".
Transitó las gestiones en la AGC de Young, Bourlot, Rios y ahora la de Ibanez.
Está denunciado ante la Justicia Nacional (Fiscales Dres Pablovsky y Velarde ) y ya pasó por la Justicia de la CABA."

Y en La Nación de hoy se informa que finalmente el Sr. Farrell fue citado a declarar por la fiscal de la causa que se inició tras la tragedia en el boliche encubierto Beara, en Palermo. Esperemos que se haga justicia y los responsables de las maniobras corruptas que permiten todo tipo de atropellos a las leyes en nuestra ciudad sean sancionados y las normas, cumplidas. ¿Será posible?
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LOS BOLICHES ENCUBIERTOS DEL BARRIO EN LOS MEDIOS


El tema de los boliches encubiertos fue cubierto hoy ampliamente por el diario La Nación. Al parecer, los bares de la ciudad estarían recibiendo "permisos extraordinarios" para organizar baile aún cuando no están autorizados para ello. Según el matutino: "Las irregularidades en las habilitaciones y controles de boliches en la Capital sumaron ayer un nuevo y polémico capítulo al conocerse que prácticamente todas las semanas el gobierno porteño concede excepciones para que se usen como discotecas numerosos lugares que no fueron habilitados para tal fin. No se trata, precisamente, de permisos aislados. Algunos bares, por ejemplo, fueron autorizados a "convertirse" en boliches bailables hasta dos veces en una semana. Y en no pocos casos tienen música en vivo".
Junto a esta información de tapa en La Nación de hoy, se publica un artículo dedicado a la problemática que venimos denunciando desde hace años los vecinos de Las Cañitas.
"Las Cañitas, de polo gastronómico a discos encubiertas y night clubs" titula el diario, para comentar que "Mientras algunos comerciantes y vecinos de Las Cañitas ven con cierta inquietud el arribo de una suerte de "cabaret" al barrio, otros reclaman que el gobierno porteño aumente los controles en la zona, ya que, denuncian, varios restaurantes y bares funcionan como boliches bailables encubiertos. Es decir, desvirtúan el uso de su habilitación, una infracción que en las últimas horas fue mencionada a raíz de la tragedia en el salón de fiestas Beara, en Palermo".

"Los vecinos que denuncian que existe actividad de baile clandestina en locales que no están habilitados para tales fines, exigen que el gobierno de la ciudad disponga de un límite a la apertura de restaurantes. De hecho, los ruidos molestos son la principal queja de quienes viven cerca de Báez, donde calles y veredas fueron niveladas hace más de un año para dar un corte pintoresco para el turismo", continúa el mencionado artículo, que aclara también: "La asociación Cañitas Activa ha impulsado denuncias y solicitado inspecciones, principalmente por el descontrol que hay los fines de semana, abarrotados de visitantes".

Recomendamos leer el artículo completo e invitamos a dejar sus comentarios

Ver artículo de tapa Edición Impresa Online

¿Malos usos o falta de control?

Esta vez, la desidia de los empresarios de la noche y la falta de acción por parte de las autoridades del gobierno porteño se ganaron dos vidas. Una vez más, la tragedia golpea en la cara a quienes observan complacidos la fiesta nocturna y se amparan en la “mala legislación” para no actuar ante las irregularidades que a diario se cometen en cientos de locales habilitados que funcionan con otros fines no autorizados según la legislación en vigor.
Los vecinos de Las Cañitas venimos alertando sobre situaciones de descontrol y desvirtúo de los usos en los boliches de nuestro barrio desde hace mucho tiempo, una realidad que ha crecido en forma geométrica en los últimos cinco años. Paradójicamente, la consecuencia posCromagnon fue la propagación de “clubes de cultura” y bares que construyen “entrepisos” con pistas bailables; tal es el caso de Jackie O, Mute, John John y Blonda, por citar locales que habitualmente funcionan como boliches bailables en nuestro barrio.
Cuando denunciamos esta situación, las autoridades nos repiten que se realizan los controles, que mandan inspectores y que, cuando los “pescan” incumpliendo el uso para el que fueron habilitados, los clausuran. Pero notamos que evidentemente con esto no basta: las clausuras duran apenas horas, los empresarios de la noche rápidamente pagan la multa o la apelan ante la justicia, y la música sigue sonando.
En este momento, cuatro proyectos esperan ser tratados en la Legislatura de Buenos Aires para ordenar el tema de usos permitidos y exigir al Gobierno una revisión de la situación de caos y desborde que vive nuestro barrio.
Durante una conferencia de prensa realizada esta mañana, a propósito de la tragedia de Beara, el Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta expresó: “Quizás hubo un mal uso de las instalaciones”. Hace un año, el 29 de septiembre de 2009, el citado funcionario se presentó en nuestro barrio, escuchó nuestros reclamos, se hizo de documentación al respecto y prometió tomar cartas en el asunto. Los vecinos de Las Cañitas todavía esperamos una acción por parte de las autoridades que demuestre que están trabajando para que quienes vivimos en este barrio podamos dormir y vivir tranquilos. Ni siquiera podemos estar seguros de que si ocurre una emergencia, ambulancias o bomberos podrán ingresar por la única vía de acceso que es la calle Báez, congestionada día y noche a causa del angostamiento de la calzada producida por las obras de ensanche de veredas realizadas el año pasado y el absurdo permiso para estacionar en ambas manos, legitimado recientemente por una ley. Si el desastre de anoche se hubiera producido en nuestro barrio, el desalojo y la asistencia a las víctimas hubiera sido caótico ante la saturación de automóviles, que estacionan en doble fila sobre calles aledañas -Arguibel, Clay y Arévalo-, con la anuencia de las autoridades policiales que patrullan la zona, y la ocupación de las veredas, ya no sólo con mesas, sillas, sombrillas y estufas, sino también con estructuras fijas de metal y toldos, tampoco permitidos por las normas que rigen sobre el espacio público.
Los vecinos de Las Cañitas nos solidarizamos con las víctimas de Beara y sus familiares y compartimos su dolor. También, la impotencia ante una realidad que nos sacude pero que lamentablemente no nos sorprende.
Si el gobierno no es capaz de controlar “los malos usos”, pues entonces, que restrinja los usos y no continúe habilitando locales en forma eufemística: Sr. Rodríguez Larreta, le recordamos que en un “salón de fiestas”, en un “club de cultura”, en un “club de música en vivo”, en un “night club” (la última figura que apareció en nuestro barrio), cuando se despliegan las cortinas bloqueadoras de luces para tapar los vidrios, se baila y se salta lo mismo que en una discoteca. Por lo tanto, es responsabilidad de las autoridades y no sólo de los empresarios irresponsables lo que allí suceda. ¿O acaso los vecinos de Buenos Aires debemos asumir que en nuestra ciudad reina la anarquía y la impotencia ante la codicia de empresarios sin escrúpulos?
Leer declaracioes públicas de funcionarios por boliche Beara

Otro boliche que no deja dormir a los vecinos

Los vecinos de la calle Arguibel advierten sobre las molestias ocasionadas por un nuevo bar de tragos que se instaló en el número 2884 de esa calle, con el nombre de "Blue Nights".
Según nos cuentan los atribulados habitantes de esa zona de Las Cañitas: "Normalmente, abren de miércoles a sábados, y adicionalmente, las noches en víspera de feriados. La música está a alto nivel aún en horas de la madrugada".
El último sábado, 14 de agosto, ante la imposibilidad de conciliar el sueño, los vecinos decidieron llamar a la policía. "No sabemos qué se hace adentro del local puesto que tienen cortinas en el frente y las ventanas de atrás también están tapadas", explicó a Cañitas Activa una vecina del mencionado bar.
¿Estaremos ante otro "boliche bailable encubierto" en Las Cañitas?


(Foto de John John, boliche encubierto clausurado en julio último y ya reabierto)

Clausuran boliche encubierto en Las Cañitas

En la noche del 20 de julio último fue clausurado el bar John John, en Arguibel 2826 por realizar actividad de baile, no permitida en el barrio, categorizado como distrito residencial R2B1.
A pesar de estar clausurado, el local no luce la faja de clausura que colocan los funcionarios de control, sino un cartel que dice "Cerrado por reformas".



Además, ayer por la tarde, las autoridades de Ordenamiento del Espacio Público mandaron retirar las "carpas" que el mismo martes 20 se habían colocado con mesas y sillas en su interior sobre las veredas de Beat House (Báez 211) y Lupita (Báez 227).



Los vecinos residenciales de Las Cañitas continuamos luchando para que el barrio sea respetado como distrito residencial R2B1 y se cumplan las normas que prohiben las actividades de música y/o canto y de baile, así como el uso de la vía pública.
Aún convivimos con otras tantas irregularidades como las permanentes infracciones de tránsito y estacionamiento:




Las faltas a las más básicas normas de higiene que hacen de nuestras calles un basural, a toda hora:



Y los ruidos, entre otros tantos actos de avasallamiento sobre el carácter residencial que la ley le da a nuestro barrio.

Les pedimos que nos mantengan informados sobre irregularidades que perturban la vida cotidiana de los vecinos residenciales para que podamos comunicarlo a las autoridades competentes, encargadas de penalizar los incumplimientos y hacer cumplir la ley.
Nuestro e-mail es canitasactiva@gmail.com
También pueden ingresar sus comentarios aquí para que sean publicados en el blog.

Las infracciones de tránsito, también sin control

En La Nación del 3 de junio de 2010, se publica: "Quienes solemos transitar por Báez, entre el 100 y el 300, en Las Cañitas, vemos parado en distintos puntos de esas dos cuadras a un policía federal de la seccional 31a. que, lejos de cumplir su misión de hacer respetar las normas de tránsito, deja que se las vulnere. Sobre la mano izquierda de esas dos cuadras, donde la calzada es angosta, está prohibido estacionar los días hábiles, entre las 7 y las 21. Hay dos carteles que así lo indican, pero los autos se estacionan igual ante la mirada condescendiente de ese uniformado. Dicen que los policías de la zona están allí para cuidar la seguridad de los boliches, que les pagan por esa tarea. ¿Eso les hace desobedecer las reglas? ¿O también les pagan para que las desobedezcan?", se pregunta la vecina Judith Alvarez.
Coincidimos con el problema planteado por la vecina Álvarez, a quien invitamos a contactarse con Cañitas Activa. No son pocos los vecinos del barrio que llaman al tel. de Control de Tránsito 4305-5355 para notificarlos del incumplimiento de las normas de estacionamiento sobre calles del barrio (mano izquierda en Báez, doble fila en adyacentes, etc) sin que las autoridades competentes cumplan con las tareas de fiscalización.
A manera de muestra, algunas imágenes aportadas por vecinos del barrio:


Estacionamiento en Báez y Clay


Báez y Arguibel, autos en cruce peatonal


Arguibel, doble fila


Arévalo, doble fila


Leer artículo citado

Una vez más, la inundación

Las Cañitas volvió a inundarse, pese a las obras que hizo el gobierno de Macri.
Hace un año, los vecinos residenciales de Las Cañitas manifestamos nuestra oposición a las obras de nivelación de calzadas y aceras sobre Báez. Entonces, los funcionarios dijeron públicamente que el proyecto comprendía obras hidráulicas que acabarían con las inundaciones que solían afectar al barrio durante lluvias abundantes.
Para sorpresa de quienes creíamos que las obras hidráulicas habían sido efectivas, esta semana, en dos oportunidades, no sólo volvió a inundarse el barrio como en las viejas épocas, sino que a diferencia de las tormentas ocurridas antes de las obras de 2009, el agua tardó varias horas en descender su nivel luego de que cesara la lluvia, con la novedad de que las aguas barrosas y la basura que ellas arrastraron quedaron estancadas hacia el final de la calle Arguibel, donde ésta se cierra contra el Campo Argentino de Polo.
Ante el desastre, los funcionarios del gobierno porteño no hicieron más que advertir que las inundaciones podrían repetirse ante tormentas intensas. El lunes 15 cayeron 88 mm en dos horas, con sudestada; el viernes 19, 67 mm en el mismo lapso, sin sudestada. Cabe preguntarse: ¿Cuántos milímetros hacen una tormenta intensa?

Imágenes tomadas en Báez y Arguibel, el viernes 19 de febrero de 2010:






La noticia en los diarios:
Clarín - 20-feb-2010: Leer
La Nación - 20-feb-2010: Leer

VOLVIO EL AGUA

Imágenes tomadas en la noche del 15 de febrero de 2010 en la esquina de Báez y Arguibel, tras la lluvia que descargó 88,5 mm sobre la ciudad, en un par de horas:






La noticia en los diarios:

La Nación: "En la zona de Las Cañitas, en Palermo, el agua ingresó en viviendas y comercios. "Las bolsas de la basura flotaban en el agua sobre la calle Báez " y sus aledañas, contó a LA NACION una vecina. Paradójicamente, en esa zona el gobierno porteño había realizado el año pasado obras hidráulicas para evitar inundaciones."

Clarín: "En Palermo, calles de Las Cañitas, como Arévalo, entre Luis María Campos y Báez, estaban anegadas. "Tenemos agua de lado a lado, estoy viendo si viene mi marido para ayudarlo a entrar", contó Natalia Ríos en la puerta de su casa cerca de las diez. La gente pasaba con el agua en los tobillos".

Mientras esperamos una respuesta por parte del gobierno de la ciudad, la noticia sigue en los principales diarios:

Clarín - 17-feb-2010: Leer
La Nación - 17-feb-2010: Leer

Doce años de degradación urbana en Las Cañitas


En una nota publicada en el diario La Nación el jueves 11 de diciembre de 1997, el periodista Alejandro Di Lázaro señalaba "El barrio Las Cañitas se convirtió en un verdadero infierno. Según sus vecinos, desde hace algo más de seis meses la zona evidenció una lamentable metamorfosis: basura en la calle, ruidos molestos, patotas, ocupación ilegal de veredas, locales ruidosos, veredas ocupadas ilegalmente y autos en doble fila durante las horas pico de la noche son ahora parte de un paisaje jamás imaginado".

Vale leer el artículo completo. Sería bueno que algún funcionario del gobierno porteño recurriera a los archivos periodísticos para revisar la situación de ciertos barrios de la ciudad, que como el nuestro, ven avasallado su carácter residencial, y de una vez por todas se decida dar una solución definitiva al flagelo que vivimos los habitantes de Las Cañitas. Un barrio que el citado artículo definía como: "Una zona tranquila que sólo se veía alterada los domingos en que se disputaba la final del abierto de polo. Pero ahora la proliferación de restaurantes para público selecto y de boliches que atraen a cientos de jóvenes provocaron una mutación que los vecinos no dudaron en definir como "invivible". Se instalaron en el último tiempo diez restaurantes en sólo dos cuadras".
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